lunes, 7 de diciembre de 2009

Museo Caraffa ... Propio!

El remodelado Museo Emilio Caraffa, que suma la anexión del edificio del ex Instituto del Profesorado en Educación Física, es parte de un complejo más amplio que incluye el nuevo Museo Palacio Ferreyra. En este último se exponen en forma permanente obras que forman parte de las colecciones del propio Caraffa y de la Provincia constando fundamentalmente de espacios expositivos con el mínimo de servicios técnicos de apoyo.En el año 2006 se decidió la ampliación y remodelación del Caraffa, encomendándose a GGMPU el proyecto del museo propiamente dicho y de un nuevo edificio conector (Sector A) que lo vincularía con el incorporado I.P.E.F. cuyo diseño se encargó a MZARCH (Sector B).
El concepto principal que guió el diseño del conjunto fue la generación de un nuevo museo de arte, capaz de agrupar y vincular, las múltiples facetas del arte actual. Se preservaron las superficies existentes de los edificios originales de manera que los cuerpos nuevos se relacionen con los cuerpos del pasado en una secuencia continua. La distribución interna de los edificios se da a través de conectores horizontales y verticales, que vinculan diversos ámbitos y salas donde el visitante es libre de explorar los espacios, generar sus propios itinerarios o moverse por recorridos preestablecidos.

La idea en la que se basó la intervención consistió en diseñar un edificio-conector que se desarrollara en el espacio, uniendo todas las piezas existentes, permitiendo que éstas mantengan su propia individualidad y carácter original y que al mismo tiempo se expresara una fuerte unidad de conjunto. Este edificio-conector se materializó mediante el uso de una estructura metálica manifestada hacia el exterior a través de una superficie vidriada de transparencias
Aprovechando las condiciones existentes, el proyecto ha planteado una multiplicidad de salas cuyas formas, tamaños, alturas e iluminación permiten el desarrollo de una gran diversidad de manifestaciones artísticas.

Museo Reina Sofia

Esta arquitectura no está en la tradición española, más cercana al hormigón y al ladrillo. Algunos de los materiales que he incluido en este trabajo no pertenecen al vocabulario de Madrid." Oh. Quien dice esto, como un gesto de provocación, es Jean Nouvel, el arquitecto que imaginó la impresionante ampliación del Museo Reina Sofía que fue oficialmente inaugurada ayer, con la presencia de la propia reina Sofía. Nouvel tiene razón: los tres edificios de acero y vidrio son un golpe de siglo XXI en plena Madrid. O una carta de intención: así es la España que vendrá.Los nuevos edificios, que costaron 92 millones de euros, ocupan 30.000 metros cuadrados, es decir que agregan un 60 por ciento de espacio expositivo al que tradicionalmente tenía el museo, alojado en un edificio del siglo XVIII diseñado por Francesco Sabatini. Allí habrá una gran biblioteca, dos auditorios, dos nuevas salas de exposiciones temporales, un restaurante y tres terrazas que permitirán contemplar una magnífica vista de Madrid.
Se impone un espectacular techo rojo que, dice el arquitecto, oficia como "ala protectora del color de los tejados que recuerda al visitante que está velando por él". Bajo esta ala se refleja, en forma invertida, la ciudad.

Ampliacion del Prado

El jurado del concurso para la ampliación del Museo del Prado en el claustro de los Jerónimos eligió por unanimidad el anteproyecto presentado por el arquitecto Rafael Moneo (Tudela, Navarra, 1937) por ser una propuesta "discreta y controlada" en su composición arquitectónica y en su valoración cromática en las fachadas de ladrillo visto. "El arquitecto se ha adaptado a la lógica del museólogo", declaró el presidente del jurado, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés. El proyecto definitivo se redactará en tres meses y el presupuesto alcanzará los 3.500 millones.
Moneo, con siete colaboradores de su estudio, ha cambiado, su propuesta delprimer concurso para compaginar la libertad con el "rigor extremo", según dice en la memoria. En el anteproyecto, con actuación entre la fachada posterior del museo y el claustro de la iglesia de los Jerónimos, el arquitecto propone una cuña acristalada, con una estructura de acero y una capa de vidrio antirreflectante y ventilada, donde sitúa el espacio de recepción, al que se accede por la zona norte (puerta de Goya) y por la sur (puerta de Murillo).En este espacio público se vana situar los diferentes servicios, como tiendas, librería, cafetería, restaurante, consignas y taquilla. También sirve para instalar un auditorio para 400 personas y clarificar las circulaciones, con la entrada a las colecciones del edificio Villanueva y el acceso a la zona de los Jerónimos.El claustro se convierte en una figura cúbica de ladrillo prensado, con dos plantas superiores y tres inferiores, donde se sitúan los almacenes de pinturas, esculturas y objetos. En las plantas superiores se colocan las salas de exposiciones temporales, con unas superficies de 1.250 y 575 metros cuadrados, y los talleres de restauración, que reciben luz natural por los lucernarios. La mayor innovación es la sala de lectura, en el centro del claustro, y la biblioteca para 200.000 volúmenes.El proyecto definitivo se tiene que redactar en tres meses para adjudicar las obras con una duración estimada de dos años. Al mismo tiempo se tendrán que realizar las nuevas instalaciones para los dos edificios, ya que las actuales están obsoletas.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Proyecto

Arquitectura...sustentable, verde...


Arquitectura Sustentable, también denominada arquitectura sostenible, arquitectura verde, eco-arquitectura y arquitectura ambientalmente consciente, es un modo de concebir el diseño arquitectónico de manera sostenible, buscando aprovechar los recursos naturales de tal modo que minimicen el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes.

Los principios de la arquitectura sostenible incluyen:

la consideración de las condiciones climáticas, la hidrografía y los ecosistemas del entorno en que se contruyen los edificios, para obtener el máximo rendimiento con el menor impacto.
la eficacia y moderación en el uso de materiales de construcción, primando los de bajo contenido energético frente a los de alto contenido energético
la reducción del consumo de energía para calefacción, refrigeración, iluminación y otros equipamientos, cubriendo el resto de la demanda con fuentes de energía renovables
la minimización del balance energético global de la edificación, abarcando las fases de diseño, construcción, utilización y final de su vida útil.
el cumplimiento de los requisitos de confort higrotérmico, salubridad, iluminación y habitabilidad de las edificaciones.